Existe una tradición muy catalana, que exige equilibrio y sentido de la solidaridad, tranquilidad y músculos de acero: els castells, o castillos humanos.
Se practica en equipo (colla) y consiste en hacer una pirámide humana lo más alto y lo más estable posible. Los castellers más audaces se atreven a hacer torres de nueve pisos.
Hoy en día existen 58 equipos de castellers, como la famosa Colla Vella, que tienen más de un siglo de existencia. Pero se ha encontrado en documentos del siglo XVIII en Tarragona que ya hablaban de las torres humanas.
Las reglas del juego son simples: primero se hace una piña o pinya, un grupo de gente apiñada, en la cual participan las gentes de la ciudad, sobre esta base se levanta el castillo, por pisos formados por tres o cuatro personas, hasta el último llamado anxeneta que normalmente es un niño o niña.
Los castells se calculan por la altura en pisos y por el número de castellers que forman cada piso. El «tres de siete», por ejemplo, es el castell en que cada piso está formado por tres hombres y tiene siete de altura; el «cinco de ocho» es aquel en el cual cada piso se compone de cinco hombres y tiene una altura de ocho pisos.