Nancy no es una joven que se pueda clasificar tan fácil en alguna categoría generacional. No es millenial pues nació en el 2002. Se podría decir que pertenece a la generación Z, aquellos
quienes desean ganar dinero por dedicarse a su hobbie favorito; emprendedores1 por naturaleza y usan la tecnología para prácticamente todas sus actividades cotidianas. [...]
Pero Nancy es diferente, ella captó mi atención de inmediato una vez que se hizo viral en las redes apenas hace unos meses. Originaria de un pequeño poblado de Ecuador, Nancy rompe con todos los estereotipos que encajonan a las generaciones más jóvenes.
Si bien Nancy es una youtuber, su contenido, imagen y forma de conducirse rompe todos los estereotipos establecidos hasta este momento. Un día Nancy toma la cámara de su teléfono y comienza a grabar su vida en el campo. Su casa, sus historias, su vida es grabada sin pretensiones y mucho menos maquillaje. Fresca y natural, Risol se deja fluir por lo que es su realidad. Lo mejor es cuando hace parodia de los «influencers» comparando su estilo de vida campestre en contraste con el glamour y frivolidad de muchos de ellos. ¡Qué acertada Nancy! Mujer, joven, indígena, latinoamericana y emprendedora; son algunos de los adjetivos que componen la esencia de Nancy. Una adolescente que no hace tutoriales de maquillaje ni recurre al contenido amarillista2 para crear su contenido.
Su éxito radica en ser ella, simple y sencillamente. Las poses, las fotos perfectas del Instagram, el cuerpo fitness y las frases inspiradoras se los deja a los demás, que ahí ya estamos más que cubiertos.
Sin embargo, Nancy, la chica del campo, viene a darle una bocanada3 de aire fresco al contenido de las benditas redes sociales y nos da un cachetadón4 con guante blanco.
Sin tanta parafernalia5, Nancy Risol saltó a la fama por una simple razón: queremos identificarnos con personas reales, de carne y hueso. Esas que no son perfectas, con maquillaje perfecto, con edición perfecta y un montón de marcas desfilando atrás. Así como Nancy, me encantaría ver más contenido real para poder hablar de tú a tú y recobrar para lo que sirven las redes sociales que no es más que para acercarnos como individuos y no para alejarnos o dividirnos. No para hacer #teamX, fans de uno contra fans del otro y peor aún, para hacernos creer que la vida es glamour, dinero, fama, belleza, polémica y un sinfín de cosas que nos polarizan.
Ojalá Nancy continúe así como es de auténtica. Ojalá que conserve su originalidad. Ojalá que las redes no le lleguen al precio.