1. Preparamos el debate con la ayuda de los documentos estudiados en clase. Podemos recopilar nuestras ideas en una tabla.

2. Pensamos en los motivos para cambiar o no la situación y en las soluciones posibles.

3. Podemos buscar informaciones en Internet para completar nuestros argumentos y enriquecerlos con citas de artículos y textos literarios.

4. Sorteamos el papel de cada alumno: el moderador, los protagonistas del debate y su posición, los secretarios.

1. Recopilo mis conocimientos sobre los horarios españoles. Puedo dibujar un mapa mental para ayudarme a organizar mis ideas.

2. Redacto varios tipos de preguntas: verdadero‑falso, tipo test, preguntas abiertas, etc. Pienso en incluir el léxico y los puntos gramaticales estudiados en clase.