El domingo de madrugada, las 3 serán las 2 en un ejercicio de prestidigitación horaria que se repite cada año en otoño y en primavera, esta vez en sentido contrario. El cambio de hora, que se hace en teoría por una cuestión de eficiencia1 horaria (algo a estas alturas ya más que cuestionado), es ya casi una tradición, un entretenido2 divertimento con el que aliñamos3 las semanas en torno a cada equinoccio.
Pero no todo en esta vida es cuestión de bombillas4. Más allá de la cuestión energética, cambiar la hora tiene determinados efectos sobre nuestro cuerpo y nuestra vida cotidiana, ya que de alguna forma altera nuestra relación con la luz natural [...].
Los niños son los que más notan el cambio horario y los que más tardan en acomodarse a la nueva hora [...]. Primero, porque los niños suelen seguir rutinas estrictas que hacen sus días predecibles y les dan seguridad. Y segundo porque para ellos, una hora parece un periodo de tiempo mucho más largo que para un adulto. Si sumamos ambas cosas, resulta que el cambio de hora es una alteración significativa de algo muy importante. [...] Esos efectos pueden ser problemas para irse a dormir a su hora y luego para despertarse cuando les toca, irritabilidad, problemas de atención y de concentración, etc. [...]
Como decíamos, es el cambio de hora el horario de verano que suele causar más trastorno5porque supone dormir una hora menos, mucho peor, dónde va a parar, que dormir una hora más.
Por eso, uno de los efectos del cambio de hora es que se reduce tanto la cantidad como la calidad del sueño. [...]
Parece que los cambios de horario y de sueño provocan también un aumento en los accidentes de trabajo y de tráfico. Según un estudio entre 1983 y 2006, los lunes posteriores al cambio de hora hay un aumento en el número y gravedad de los accidentes de trabajo. En cuanto al tráfico, al alterarse las condiciones de luz en que se realizan los desplazamientos rutinarios en coche, los días siguientes a los cambios de horario se producen un mayor número de accidentes.
Por último, algunos estudios sugieren que los cambios de horario producen un aumento en la tasa de suicidios durante los días siguientes, debido a la desestabilización que produce en personas que
padecen6 enfermedades mentales. [...].