América Latina ha sido tierra de acogida para migrantes, como lo hizo con los transterrados de la guerra civil española en 1939. Hoy en 2019, un éxodo sin precedente azota la región y con ello, nuevos retos se presentan. En efecto, acoger a más de 300 000 inmigrantes centroamericanos no es tarea fácil, pero es posible responder a la demanda poniendo al alcance de estas personas ayudas de todo tipo: albergues, espacios de escucha y diversión, servicios sanitarios y médicos, entre otros.
Si bien es cierto que no todo puede ser controlado y que los inmigrantes sufren diferentes peligros durante su paso por México, también lo es el hecho que la misma sociedad civil se moviliza para mejorar sus condiciones y restituir así, la dignidad a la que todo ser humano debe tener derecho.